Moritz Feed Dog 2019: #lamodaescultura
“- Why are you not married?
– I make dresses.”
El hilo invisible (Phantom Thread, Paul Thomas Anderson, 2017)
“Una mirada desaprobadora, acompañada de un silencio incómodo, que condensa la irritante personalidad del protagonista.
Un pulgar, calloso por años y años de pincharse con finas agujas.
El dobladillo de un vestido de novia que esconde la honrosa petición del que no desea ver replicada su propia vida en las personas que más estima.”
Así comenzaba la crítica en Miradas de Cine para esa obra maestra que es El hilo invisible, en la que Paul Thomas Anderson se interesó en describir la vida de un modisto tan entregado a su labor que ha dejado de lado, durante demasiados años, el interés por una vida más allá de su taller.
A nivel personal (y también para la revista), El hilo invisible fue el mejor film de 2018. Y no únicamente por esa mirada de un director que encuentra en la simetría, la mezcla de géneros cinematográficos y el lento tempo su mejor carta de presentación global y particular para adentrarnos en una relación tóxica… sino también por el mundo seleccionado para ello. Y es que es imposible que la interpretación del oscarizado Daniel Day-Lewis no nos lleve a querer adentrarnos en la vida de un hombre que, puertas a fuera, es respetado y venerado por las obras de arte que es capaz de imaginar (y coser)… pero que, puertas adentro, es tímido, indeciso, supersticioso… y déspota, seguramente como coraza a sus propios miedos.
Parece ser que la inspiración para el personaje principal vino por partida doble, como explicaba Mónica Parga en su artículo para Vanity Fair: por un lado, el actor se basó en nuestro Balenciaga. Por otro, el director y guionista hizo referencia en su guión a Hardy Amies, modisto (tremendamente snob) de la aristocracia británica. Y no únicamente en cuanto a su carácter personal, sino haciendo referencias concretas a sesiones de fotos, colaboradores reales, etc. En cualquier caso, el buen modelaje del resultado es innegable: la figura de Reynolds Woodcock atrapa al espectador, tanto por la evolución de su relación con Alma, su “inocente” musa, como por su exquisito estilo que fue capaz de posicionar en lo más alto de la moda durante décadas (obra del colaborador habitual de Anderson, Mark Bridges, que se llevó el innegable Oscar a mejor vestuario). Y cuando el film termina… la agradable sensación de haber formado parte de la intimidad de alguien que merece todo nuestro reconocimiento, perdura. Quizá por querer ser como él. Quizá por fantasear con ser una de sus modelos. Quizá, simplemente, por representar esa vida tan influyente en la cultura de una época concreta.
Tejidos e indumentaria. Diseñadores de moda y arte evolutivo. Moritz Feed Dog y cultura.
Y es que al igual que el Ayuntamento de Barcelona decidió adquirir ya en 1883 sus primeros fondos textiles para iniciar un fondo que se convertiría en un museo monográfico; que Reynolds Woodstock es ya cultura cinematográfica y Coco Chanel, Jean Paul Gaultier o Yves Saint-Laurent son referentes en nuestra realidad… el Moritz Feed Dog Festival reivindica, año tras año, que #lamodaescultura, y que tiene espacio, también (y por supuesto), como arte. Un arte que puede verse influenciado por otros, como lo son la fotografía, y el cine, y que puede también servirse de ellos para ser difundido.
Y así entramos en el Moritz Feed Dog 2019, destacando que en esta edición se vuelve a apostar por los biopics de diseñadores de renombre y de distintas épocas (desde poder conocer de forma documentada el oscuro pasado de una Coco Chanel que es ya leyenda en The Wars of Coco Chanel – Íd., Jean Lauritano, 2018 -, hasta la última extravagancia de Jean Paul Gaultier desde que anunció su retirada de las pasarelas en 2014 – Jean Paul Gaultier: Freak and Chic, Íd., Yann L’Hénoret, 2018-, pasando por una nostálgica revisión de la vida profesional y profesional de los últimos años del mito Yves Saint-Laurent – Celebration, Íd., Olivier Meyrou, 2018 – o el esperado documental sobre el malogrado Alexander McQueen – McQueen, Íd., Ian Bonhôte, Peter Ettedgui, 2017), por ofrecer visiones panorámicas de unos años concretos clave para el diseño de moda (un buen ejemplo será Paris Couture – Íd., Loïc Prigent, 2016 -, que nos llevará a finales de lso años sesenta y al ocaso de la alta costura para dejar paso al prêt-à-porter), y por abrir su mirada esas artes que influyen y ponencian la cultura de la moda en la sociedad, en concreto en la fotografia de Peter Lindbergh, famoso por descubrir a Naomi Campbell y su cinematográfico estilo (Peter Lindbergh – Women’s Stories, Íd., Jean Michel Vecchiet, 2019), y de Bill Cunningham, fotógrafo de la sección de estilo del New York Times, fuindador del ‘street style’ (The Times of Bill Cunningham, Íd., Mark Bozek, 2018).
Paris Couture
Una muy buena selección que se complementa entre sí y que además vendrá acompañada de actividades paralelas tan esperadas como la charla alrededor de la figura de Alexander McQueen o la conversación con Miguel Adrover, alejado ahora de las pasarelas para focalizar su sensibilidad en la fotografía de gran formato y la segunda vida de las cosas.
Moritz Feed Dog 2019, del 28 al 31 de marzo, podrá disfrutarse en los cines Aribau de Barcelona, desde donde publicaremos nuestras crónicas, reseñando films y valorando la organización y calidad de su propuesta. En su web oficial podéis consultar el detalle de toda la exquisita programación.
#lamodaescultura
#MFD19