#DocsBarcelona2020N2: sin límites. De perros, chimpancés, tortugas… y políticos
The Hypnotist (Íd., Arthur Franck, Finlandia, 2019, Sección Oficial – Panorama)
Space Dogs (Íd., Elsa Kremser, Levin Peter, Austria/Alemania, 2019, Sección Oficial – What the Doc)
En la crónica de ayer para el DocsBarcelona 2020 hablábamos de superioridad, en cuanto a esa necesidad ¿innata? del ser humano de destacar, de mantener su influencia sobre cualquier otro, sobre cualquier cosa. Las dos películas de hoy entrarían muy bien en esa categoría, en esa agrupación… pero van un paso más allá: sus historias lo demuestran. Demuestran que no tenemos límites. Todo por correr. Todo por ganar. Comenzamos por The Hypnotist.
The Hypnotist
Olliver Hawk fue el nombre artístico de uno de los primeros hipnotizadores profesionales, con fama mundial. Desde que tenía nueve años supo que quería investigar el campo del control de la mente humana, y acabó consagrándose en su empeño. No tuvo una vida sencilla, siempre con altibajos.
Urho Kekkonen gobernó Finlandia durante 25 años. Incluso de aprobó una ley para que continuase su mandato cuatro años más sin tener que pasar por las urnas…
El documental de Arthur Frank es tan atrayente como las historias que desvela. El pulso entre el avance de la historia de Hawk y de Kekkonen hasta que las cruza totalmente al mostrar el juicio al que se sometió al hipnotizador acusándole de ejercer como médico sin licencia, como excusa de querer tapar dela luz pública que fue contratado por el gobierno para derrotar al líder de la oposición, es sencillamente magnético. El formato del documental atrapa con sus imágenes de archivo, con la combinación extradiégetica de los monólogos de Hawk y sus consejos para convertirse en lo que él era, además de conseguir que al espectador le interese tanto la política finlandesa como la vida de este mentalista, para muchos un desconocido gran personaje. Pero la sorpresa llega hacia el final del documental, en el momento que las imágenes desvelan lo mismo que podemos estar preguntándonos durante todo el film: ¿era el hipnotista un fraude? ¿lo era Kekkonen? ¿Qué es cierto y qué es falso en The Hypnotist? ¿De qué podemos fiarnos, si es que verdaderamente podemos hacerlo de parte de este documental? Frank introduce la duda cuando el espectador ya estaba completamente entregado. Ha conseguido ser, él también, un hipnotizador, para descubrirse, benevolente, y llevar al salón de nuestra casa una reflexión en boga: es necesario, siempre, contrastar información. No creer que alguien puede leer la mente, pero sí lo que dice el militante de nuestro partido político favorito, es tan erróneo en estos días como imaginar que todo lo que se puede leer en Facebook y twitter es una verdad absoluta. No nos dejemos engañar por embaucadores profesionales. No pensemos que no tenemos límites.
Y esto me lleva a Space Dogs.
Space Dogs
Esta maravilla comienza con la recreación de imágenes del espacio acompañadas de una voz en off que explica los últimos días de Laika, la perra soviética que fue lanzada al espacio. El animal no sobrevivió la re-entrada a la Tierra, pero se dice que su alma sí chocó contra la superficie. A partir de ahí, los directores siguen a varios perros callejeros que deambulan por la ciudad día a día, perros que podrían haber sido escogidos, como Laika y sus sucesores espaciales, como posibles candidatos a ser lanzados a la estratosfera. Perros con una fuerza increíble, con una vitalidad extrema. Con un sentido de supervivencia infinita.
Perros ahora anónimos, porque ya no los necesitamos. Perros que incluso decidimos envenenar para que no molesten.
El ir y venir de estos ahora apartados, invisibles animales, se alterna con la historia de la carrera espacial. Cuando se da paso a conocer la historia de “número 65”, el chimpancé vendido y entrenado por los militares americanos que fue lanzado al espacio, se combina la explicación de su trágica historia (se volvió loco, no podía soportar que lo acercaran a una cápsula espacial tras su vuelta, y fue relegado a acabar sus días en un zoo en el que tampoco era capaz de convivir con los de una especie que no reconocía como tal) con las de un chimpancé de entretenimiento para fiestas infantiles. La tristeza embarga a un espectador incapaz de asimilar el choque del trato, y se vuelve exponencial cuando volvemos a los perros rusos, y a las imágenes que muestran cómo se les operaba para convertirles en biónicos de forma que su supervivencia estuviese casi asegurada, y cómo se seguía abusando de ellos a su vuelta, ya no exclusivamente por las pruebas, sino robándoles a sus cachorros, convertidos en símbolos de éxito, para ser regalados a los mandamases y celebridades del momento. Y cuando llegamos a las tortugas… el sinsentido de todo lo explicado se traduce en la mirada indiferente del perro tirado al sol que observa a los dos reptiles tan desubicados como él mismo.
Space Dogs es frío en su exposición objetiva… y sin embargo alberga un calor humano que transmite al espectador y se convierte en vergüenza, pena y humillación. Los perros de la calle acaban por conquistar todo nuestro respecto. Acaban por ser vistos, por reconocerles el por qué de sus acciones, el porqué de la dignidad de su existencia.
Animales entrenados para nuestro beneficio, y olvidados en cuanto ya hemos conseguido nuestro propósito. Un propósito que puede ser el conquistar otros planetas… pero también el entretener a nuestros hijos. Nos cansamos, y no pasa nada, podemos abandonarles sin más. YA no nos sirven. Ya no nos entretienen. En verdad… no tenemos límites.
TRAILER – The Hypnotist (Íd., Arthur Franck, Finlandia, 2019, Sección Oficial – Panorama):
TRAILER – Space Dogs (Íd., Elsa Kremser, Levin Peter, Austria/Alemania, 2019, Sección Oficial – What the Doc):